Como no podía ser de otra manera, Alfonso Guerra siempre que habla da en quid de la cuestión y esta vez en un artículo analizado por el Plural y publicado en la revista tiempo nuevamente dice verdades como puños al expresar su deseo de que "los políticos descarriados" del PP abandonen "la senda del descrédito" de la democracia.
Y es que en política no todo vale como pretende el Partido Popular y por ende su Secretaria General María Dolores de Cospedal, que lleva unos días, desde que lanzó las graves acusaciones sobre espionaje del gobierno al PP, desaparecida. Es como si quisieran que la gente no se acuerde de lo que dijo. Y para ello Rajoy ha llegado a decir últimamente sobre el tema que "de lo que se trata es de una doble vara de medir". Ya no habla de espionaje.
La cuestión es que Cospedal dijo lo que dijo y eso en democracia es "injuria" que está penado por la ley, algo que como abogada debería saber. Pero ella de lo que sí sabe es de mentir, de intentar engañar a los españoles y a los castellano-amnchegos con sus insidas y falsedades que sólo se creen ella y sus incondicionales del PP de Castilla_la Mancha por miedo a que sean movidos del sillón, porque si no no se explica como no se han revelado ya con semejante señora y sus formas de actuar.
Va siendo ya hora de que Rajoy tome cartas en el asunto, porque de lo contrario será cómplice de las injurias lanzadas por Cospedal, y esas injurias no pueden quedar impunes, porque estamos en un Estado de Derecho perfectamente asentado y quien lanza semejantes acusaciones, o tiene pruebas, que parece que no sea este el caso, o lo que debe hacer es abandonar la política.
Y es eso lo que Cospedal debería hacer, por el bien de la democracia y del PP, dimitir y abandonar la política; puesto que no se puede ir acusando sin pruebas, lanzando falsedades continuamente y quedar impune. Si tuviera decencia política, y por el bien de su partido y del resto de los políticos que no comulgan con su forma de hacer política se iría a su casa, a su antiguo puesto de trabajo de abogada del estado y dejaría a otras personas que trabajasen por el bien de España y de Castilla-La Mancha, puesto que lo que es ella, sólo trabaja con la mentira y la difamación y eso no se puede permitir.
Por ello no podemos callarnos ante estas formas de hacer política y todos debemos denunciar semejante forma de actuar para que se queden fuera de los cargos políticos personas como Cospedal que no merecen ni siquiera ser políticos, porque desacreditan la política y a los políticos que son la inmensa mayoría; personas que lo único que pretenden es sacar al país, a su región, a su provincia y a su localidad adelante y no aprovecharse de las circunstancias actuales como hace la Sra. Cospedal para hundir todo lo posible con fin de sacar unos pocos votos de sus incondicionales.
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