Desde que la Sra. Cospedal empezó a ser un personaje mediático y con poder en el PP, su función primordial ha sido, es, y seguro que será, sembrar la vida política de dudas con sus continuas mentiras, infamias e insidias. Claro, si alguna vez se le ataca a ella, dice que se debería pedir perdón, como en el caso de su marido y su implicación en determinados asuntos de Caja Castilla-La Mancha.
Acaba de hacerse pública la resolución del ministerio fiscal tirando por tierra toda la porquería que la Sra. Cospedal, junto con gran parte de miembros del PP y medios de comunicación afines, ha lanzado contra el Presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, pero en vez de pedir perdón por todo lo lanzado por su boca, da la callada por respuesta. Seguro que para sus adentros pensará "difama que algo queda" y eso es lo que ha hecho, pero cuando se demuestra que todo ha sido una mentira continua, no tiene la decencia política de pedir perdón a quien ha insultado gravemente.
Claro que no es de extrañar el comportamiento de esta señora. Ya lo hizo el año pasado desde su lugar de vacaciones acusando al Ministro de Interior de estar detrás de la operación Gürtel, cuando cada día que pasa se demuestra que la independencia del poder judicial y el buen hacer de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, son los que han hecho su trabajo y bien y se está demostrando que el PP presuntamente se financió irregularmente y algunos de sus cargos públicos se lucraron.
Yo no sé si personas como la Sra. Cospedal deben o no estar en política. Eso le corresponde al partido al que representa, como Secretaria General a nivel nacional y como Presidenta del PP en Castilla-La Mancha, pero sí creo que todo tiene un límite y la Sra. Cospedal cada día que pasa lo traspasa sin inmutarse y eso no debería consentirse por el bien de la política, aunque para la Sra. Cospedal la política sea el estar continuamente en la bronca y acusando al adversario, (para ella el PSOE y determinados dirigentes del mismo), de lo que sea, una veces de estar detrás de operaciones determinadas, otras de lucrarse indebidamente, otras dando órdenes de votar en contra para luego inmedatamente ir a los tribunales. Ella a lo suyo a judicializar la política, y si luego, como está pasando, se demuestra que todo era mentira, pues a callar que la gente no se acuerda ya de lo que dijo en su momento.
Sin embargo la gente tiene memoria y no sólo se acuerda de qué dijo, dice, y seguro dirá, y con claridad se lo hará pagar donde siempre se hacen pagar las malas formas de determinados políticos y es en las urnas. Elecciones se acercan y la oposición que es donde está la Sra. Cospedal es donde seguirá, pues en España y en Castilla-La Mancha no queremos gente o personajes que sólo quieran el poder con el poder, aunque tenga que hundir lo que sea.
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