Hace una semana leí en un diario local un artículo de "un tal Alejandro de la Cruz", a la sazón del PP "un dirigente tal". Cuando hablaba de mí se dirigía en tono socarrón, dado que le había molestado al alcalde unas declaraciones mías sobre sus viajes al extranjero. Claro que en el colmo de los desprositos y hablando de mis estudios poco menos que menospreciaba mis formas, teniendo en cuando "mi capacidad intelectual". Lo peor era el tono despectivo y con frases mal sonantes de alguien que "se supone" versado en letras (por algo escribe). Todo era una cabezonería por no querer entender la frase mía sobre los famosos viajes del Sr. Pulido, o por querer defender de una manera absurda lo indefendible.
Hoy en el Pleno de Ayuntamiento de Cuenca hemos asistido a una nueva versión de las formas del Partido Popular, con llevar al mismo, nada menos que la cesión de los terrenos, que unilateralmente y sin contar con nadie, "había adquirido" para la construcción del hospital, cambiando la ubicación inicialmente prevista, pero que nunca puso a disposición de la Junta de Comunidades, tras un año dando vueltas y diciendo que ya los había puesto. Hoy los pone a disposición cuando ya el SESCAM tiene los terrenos cedidos por la Diputación y ha sacado a licitación el concurso para el proyecto sobre los terrenos que ya tiene desde el pasado mes de junio.
Pero ellos, "erre que erre", han escenificado una pantomima más con la única intención, no veo otra, de enfrentamiento, y de demostrar que habían mentido a los conquenses cuando afirmaban que habían puesto a disposición del SESCAM los terrenos, cosa que no era cierta pues ha sido hoy cuando se ha aprobado la misma en el Pleno con sus únicos votos, puesto que deben ser los únicos trece conquenses que no saben, o no quieren saber, que LA CIUDAD SANITARIA se va a hacer en los terrenos del terminillo, que requiere 20 hectáreas, y hoy llevaban al Pleno una cesión de 14.
En fin siguen sin enterarse que están gobernando y su único argumento es que les ponemos zancadillas, cuando en un año han hecho lo que la Diputación hizo en 37 días. Esperemos que vayan recapacitando por el bien de Cuenca, pues a este paso seguirá parada y estancada con su forma prepotente de gobernar, porque si siguen tardando tanto en sus decisiones se agotará la legislatura y seguiremos como estamos.