Hoy, en el Senado se ha presentado una moción para presentar ante la UNESCO la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad de la tamborada de Hellín, Agramón, Tobarra, y diversos municipios que tienen esta importante cita anual en Semana Santa.
El promotor de la moción ha sido el Alcalde de Hellín y Senador por Albacete Diego García Caro, quien ha hecho una defensa sentida, desde el corazón que a todos nos ha transportado al momento de la tamborada en los municipios de los que ha hablado, pero a mí me ha transportado a Hellín, Agramón y Tobarra, municipios de la región de Castilla-La Mancha.
Cuando Diego presentaba la moción desde la Tribuna del Senado he girado la vista hacia el escaño de la Sra. Cospedal, y, como viene siendo habitual, ni estaba, ni, como ayer, se le espera. Nuevamente ha hecho un feo a Castilla-La Mancha, ausentándose del Hemicilo, porque no cree, ni siente, esta región. No la conoce y no sé si sabe lo que se hace en estos magníficos municipios, porque seguro que si ha ido ha sido de pasada, sin detenerse a conocer la belleza de lo que allí se representa cada año que llega la Semana Santa con miles de tambores redoblando, aunque a buen seguro este año aparecerá por allí, porque se lo sugieren sus asesores, para dar una imagen que no se corresponde con la realidad.
Personas como la Sra. Cospedal no se las merece esta tierra de Castilla-La Mancha, porque cuando tiene que defenderla, al menos con su presencia, no lo hace. NO lo ha hecho en otros temas como la defensa del Estatuto de Castilla- La Mancha y, en este caso, a buen seguro que ha considerado que se trataba de una cosa menor que a ella no le interesa en absoluto.
A la Sra. Cospedal solo le interesan sus 240.000 euros anuales y no defender a esta tierra, porque está de paso. Y eso los castellano-manchegos lo saben y se lo harán notar en las elecciones de mayo de 2011, dejándola donde se encuentra a gusto, en la oposición donde ni trabaja ni desa hacerlo, porque prefiere su esquisito sueldo a preocuparse por esta región.
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