SEAMOS CONSECUENTES

Hace unos días la Sra. De Cospedal, a la sazón Secretaria General del PP a nivel Nacional y Presidenta regional del mismo Partido en Castilla-La Mancha volvió, una vez más, y ya son varias, a mostrar esas dos caras que tiene, según donde se encuentre.

Con Murica y Valencia habla de agua y de la "NO CADUCIDAD" del trasvase Tajo-Segura. Pero cuando llega a Castilla- La Mancha, las pocas veces que aparece, se le llena la boca de discursos catastrofistas contra el Gobierno de Castilla-La Mancha, se reúne con el Presidente de la Región y se reafirma en la Caducidad.En fin, los Castellano-Manchegos sabrán juzgar a una lider que juega a dos barajas, depende del lugar donde se encuentre.

Pero claro, eso ya es consustancial con lo que predica el PP. Si están en la oposición, endurecen sus posturas, como en Sevilla, hasta conseguir que un edil de IU dimita por menos nepotismo del que se está produciendo en el Ayuntamiento de Cuenca. En Sevilla, dos casos. En Cuenca si empezamos a contar: "hermano del Alcalde, maridos de las Concejalas de Personal y Festejos, cargos políticos del PP a nivel provincial, favores pagados por ayuda en las elecciones con trabajo en el Ayuntamiento de Cuenca, bien definitivo, interino o como Directores Generales; y seguirán. Pero claro nada pasa. Parece que a la derecha todo se le perdona, y no tienen la decencia política que en otras formaciones sí, con ataques más virulentos del PP de los que se pueden producir a nivel local de Cuenca con nuestra oposición.

Ellos, ni son consecuentes ni lo serán, los ciudadanos parece que piensan que eso es consustancial con su forma de actuar y nada pasa. Esperemos que algún día lo sean. Nadie pide la dimisión del Alcalde ni de las concejalas, pero qué menos de ser éticamente más correctos y actuar con mayor decencia política de la que se está actuando. Esperemos que ese perdón de los ciudadanos sea cada vez menor y vean lo que se está produciendo. Porque al final el ser consecuente solo lo es, parece ser, la izquierda por coherencia política. La derecha ¡que más da! parece como si nada pasara y está pasando.